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Fuente: Sádhana Suami Sivananda

Renuncia a desear, sentir y  hacer…

Discierne y Renuncia

El recogimiento en sí mismo consiste en que la mente deje de funcionar mediante objetos externos. Es la abstención, el no deseo. Es retirar la mente de los objetos de disfrute.

        La mente de un discípulo establecido en la renuncia a los deseos no se agitará ni un poco cuando vea un objeto hermoso. No habrá atracción. Sentirá lo mismo cuando vea una mujer que cuando vea un árbol o una piedra.

No se tentará cuando mire frutas deliciosas o manjares exquisitos.

No sentirá apego por ellos.

No sentirá apego por ningún objeto.

Nunca dirá: “Quiero esto o aquello”. Estará satisfecho con cualquier cosa que se le ponga adelante.

Esto se debe a la fortaleza mental desarrollada por la práctica del discernimiento y la renuncia.

Mediante esas prácticas, la mente experimenta una calma maravillosa, y la dicho espiritual trascendente.

No desees placeres pequeños e ilusorios.

Desea a Dios.

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